Está Vd. en: Revista digital del INE

“Me conformo con pensar que he contribuido a una producción estadística oficial de calidad”

19-12-17

Viedma, en varias etapas de su trayectoria en el INE

José Luis Viedma Lozano decidió jubilarse en diciembre de 2017 tras 40 años de trabajo al servicio del Cuerpo Superior de Estadísticos del Estado. Este jienense de 65 años ocupó diversos puestos de responsabilidad en el Instituto Nacional de Estadística (INE). Entre ellos, y desde 2005, el de subdirector general de la Oficina del Censo Electoral.

Matemático de formación y estadístico de carrera, Viedma siempre será recordado como una persona leal, respetuosa y trabajadora, con una  trayectoria profesional intachable. A través de una breve entrevista con él hemos querido acercar su persona a los lectores de MasINE. 

Pregunta. ¿Cómo, cuándo y por qué accedió a la Administración?

Respuesta. Nací en Cazorla (Jaén), en el año 1952, un pueblo de transición de Andalucía a la Mancha, donde los olivos dejan paso a los pinos de la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, que hace honor al lema turístico de la provincia Jaén paraíso interior.

En 1974 me licencié en Matemáticas, especialidad de estadística e investigación operativa, por la Universidad de Granada. Y en 1977 ingresé por oposición en el Cuerpo de Estadísticos Facultativos, ahora denominado Cuerpo Superior de Estadísticos del Estado.

La principal salida profesional entonces era la de dedicarse a la enseñanza, pero opté por trabajar en el campo de la estadística aplicada. Y qué mejor sitio para hacerlo que en la estadística oficial.

P. ¿Cuál ha sido su trayectoria profesional en el INE?

R. Mi primer destino fue en la sección de Estadísticas de Comercio y Transportes para colaborar en el proyecto de una encuesta de comercio interior. Luego me trasladé al Departamento de Muestreo.

Después, desempeñé mi labor profesional en el área de informática, durante más de 20 años. Allí empecé en un puesto de programador, como Jefe de Negociado, hasta llegar a ser subdirector general de Informática Estadística. Y desde 2005 he ocupado el puesto de subdirector general de la Oficina del Censo Electoral.

P. ¿De todos estos departamentos, cuál ha dejado más huella en usted?

R. Los recuerdos de todos los destinos son muy gratificantes, los primeros por la ilusión con la que se comienza y los últimos por poder aplicar los conocimientos y la experiencia adquiridos al desempeño del trabajo.

P. ¿Qué cambiaría, si pudiera volver atrás?

R. No cambiaría nada. Siempre he tratado de actuar con lealtad a la institución, a mis compañeros y conmigo mismo.

P. ¿Cómo le gustaría que le recordasen las personas que han trabajado a su lado?

R. Como un funcionario feliz, que ha tratado de forma respetuosa y amigable a todas las personas con las que se ha relacionado.

P. ¿Qué legado deja después de tantos años de servicio público?

R. Mi legado no es algo propio. Me conformo con pensar que he contribuido a una producción estadística oficial de calidad, así como a disponer de un censo electoral que responde a los usos que establece la normativa vigente y, en particular, a atender los procesos electorales.

P. Y, ¿le ha quedado algo por hacer en el INE?

R. Mi opinión es que en todos los destinos se puede ser útil y que siempre se pueden encontrar aspectos en los que las características personales puedan aportar más.

En mi último destino me hubiera gustado haber logrado una mayor aplicación de los procedimientos de administración electrónica a los procesos electorales, que evitaran la necesidad de realizar determinados trámites presenciales y que facilitaran el ejercicio del voto.

P. ¿Qué echará de menos ahora que deja el servicio activo?

R. Echaré de menos la bendita rutina de la obligación. En palabras de Goethe “No es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos, lo que convierte la vida en una bendición”. En cuanto a mis planes de futuro, el tiempo lo dirá. Solo espero que sea en compañía de mi familia y con una buena salud.