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Censos de Población y Viviendas de 2001

La aldea de las personalidades / Lista de colaboraciones

Sr. D. Jordi Pujol i Soley
Presidente de la Generalidad de Cataluña
Barcelona capital

Breve reseña estadística

En el Diccionario Geográfico y Estadístico de Pascual Madoz (1845), se dice que el recinto de Barcelona fue aumentado tres veces consecutivas, circuyéndola con fuertes murallas. Este recinto se halla dividido en 38 barrios. La BArceloneta, situada en la otra parte del puerto, tiene 2; el arrabal de Ntra. Sra. de Gracia forma otro; las huertas de San Beltrán, con las de la puerta nueva, otro. Y así el de Gracia, como los de las Huertas y Barceloneta, se hallan fuera de las murallas. Cada uno de los 43 barrios citados está a cargo de 2 alcaldes, uno denominado 1 y otro 2. El recinto de Barcelona contiene casas de hermosa planta y solidez, particularmente las antiguas, que, así como los edificios públicos, parroquia e iglesia, son en su mayor parte de piedra sillar, de cuyo material es también su magnífico empedrado. En todas las calles nuevamente empedradas se han renovados al mismo tiempo los albañales, construyéndose de paredes y bóvedas de ladrillo y dándoles una capacidad proporcionada a las aguas que tienen que conducir a las cloacas centrales que desaguan en el mar. A cierta distancia tienen sus respiraderos para la limpia, y dar paso a las aguas pluviales. Las casas modernas son de esquisito gusto. Una de las mejoras de mayor consideración que se han puesto en práctica en esta ciudad ha sido la rectificación a cordel y la ampliación de sus calles, empezadas en 1802. El aumento que ha tenido la población en edificios y calles en estos últimos años es considerable. La abertura de la calle de Ntra. Sra. de Monserrate, desde la de Trentaclaus al camino que dirige a la puerta de Sta. Madrona, ha proporcionado un gran desahogo a los vecinos de la calle del Conde del Asalto y demás inmediatas, pues que se dirigen sin rodeos a la Muralla del Mar y puntos inmediatos. La trasversal, formada en dicha calle con salida al paseo de la Rambla, ha contribuído a darles mayor desahogo. Van desapareciendo todos los huertos que había en la ciudad para construcción de fábricas de vapor y edificios de toda clase, y por fin, no hay calle en que no se edifiquen casas o se reparen las antiguas con el mayor gusto y magnificencia. Adornan las calles y plazas fuentes de aguas saludables. Hay también multitud de lavaderos donde se encuentran las comodidades apetecibles. Los paseos en cuya formación nada se ha omitido para hacerlos agradables en todas las estaciones son: Paseo de la Rambla, llamado así porque antes de cerrarse la ciudad con las actuales murallas, pasaba por dicho sitio la rambla, o mejor el torrente; Muralla del Mar, es el más concurrido, tanto en invierno como en verano, variando las horas en cada estación; Muralla de Tierra, paseo que admiran los estrangeros con entusiasmo por ser el más hermoso punto de vista de Barcelona; Jardín del General, fue construído en 1816 siendo capitán general el Excmo. Sr. D. Francisco Javier Castaños, y posteriormente ampliado cuando la ida a aquella ciudad de la Reina Doña Isabel II en el año 1840; Paseo nuevo, de la Esplanada, o de San Juan; Paseo de la Barceloneta, que fue construido en 1839 para dar trabajo a los jornaleros; el Paseo de Gracia, que empezó a construirse en 1822 y siguió en 1824 siendo capitan general del Pricipado el Exmo. señor marqués de Campo Sagrado, con el mismo objetivo, de proporcionar trabajo a muchos jornaleros que la penuria del tiempo tenía desocupados. La ciudad está alumbrada por faroles de aceite y de gas. Posee esta ciudad muchos establecimientos de beneficencia, en los cuales halla consuelo seguro y los auxilios necesarios la humanidad doliente, la ancianidad achacosa, el huérfano y los habitantes que por su escasa fortuna no pueden desplegar los planes que concibieran para asegurar su porvenir: Casa de Caridad, Casa de Misericordia, el hospital de Sta. Cruz, Hospital Militar, el hospital de Infantes huérfanos, el Hospital u hospicio de Sta. Marta, la casa del Retiro, el Hospital de san Severo, la Casa de la Madre Rita, Escuela de ciegos y Montes Píos. En ninguna población de España, si se esceptua la corte, existen tantos establecimientos de enseñanza, en todos los ramos del saber humano, y tan bien montados como en Barcelona.

Cuando nace Jordi Pujol i Soley, en los años 30, Barcelona tiene una población ascendente de 1.005.565 habitantes, o almas en la terminología decimonónica. Desde ese año la población sigue incrementándose y en 1991 el Censo llegó a contar 1.643.542 personas, de las cuales 775.983 eran varones y 867.559 mujeres.

La actual Barcelona y la de mis primeros recuerdos. Por José Barea

Nací en Barcelona, en el año 1930, pero mis primeros recuerdos son los de una ciudad atemorizada por la guerra y ensombrecida por las dificultades de la posguerra inmediata.

Costó muchos años que aquella ciudad pudiera rehacer la vitalidad, la capacidad de acción y la iniciativa que han sido, durante siglos, la característica de Barcelona. A esa tarea común se unieron aquellos que habían llegado a la ciudad, desde tierras lejanas, en busca de hogar y de trabajo.

La Barcelona pletórica de iniciativas, de proyectos y de ilusiones que tenemos hoy día, la que hizo posible el éxito de la Juegos Olímpicos de 1992 es, sobretodo, la capital de Cataluña. No una capital de provincias: es la capital de todo un pueblo.

Así lo veo hoy, desde mi responsabilidad de Presidente del Gobierno de la Generalitat de Catalunya. La capital de Cataluña, integrada por hombres y mujeres que construyen, entre todos, un futuro común para sus hijos. Abierta al mar, a las tierras que la rodean y a todo el mundo, como otras ciudades europeas. Como lo ha sido en sus mejores momentos de su historia milenaria. Así veo hoy mi ciudad de Barcelona.