INEbase

INEbase / Demografía y población / Cifras de población y Censos demográficos / Censos de Población y Viviendas de 2001

Censos de Población y Viviendas de 2001

La aldea de las personalidades / Lista de colaboraciones

Foto del Sr. D. José BareaSr. D. José Barea
Catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid
Málaga capital


Breve reseña estadística

En el Diccionario Geográfico y Estadístico de Pascual Madoz (1845), se dice que Málaga tiene clima muy templado y saludable, gozando al mismo tiempo de un cielo hermoso y despejado, y de una temperatura dulcísima. La figura que al presente forma el casco de la ciudad, o sea, el conjunto de los edificios que la componen, es casi ovalada. Divídese Málaga en cuatro distritos a cargo cada uno de un teniente de alcalde. El primer distrito, llamado de la Capital, el segundo de los Mártires y Victoria, el tercer distrito de San Felipe y el cuarto denominado de San Pedro y San Pablo. Compónese la hermosa ciudad de Málaga de 6.880 casas, de las cuales 4.330 hay en el casco de la población y barrios de la Victoria y Goleta; 2.180 en los de la Trinidad y Perchel; 170 en la fortaleza de la Alcazaba; 60 en el arrabal de la Malagueta y 140 en el del Palo. La comodidad interior de las casas en general está arreglada a las necesidades ordinarias del país; pocas se ven habitadas por más de una familia regularmente acomodada por no estar construidas al efecto y en todas se ve respirar la más esmerada limpieza, que con la pintura de sus suelos y hallarse adornados los patios de macetas de flores y plantas todo el año, proporcionan una vista en estremo agradable. Constan por lo común de dos, tres y cuatro pisos. Las principales calles, no sólo por su anchura sino también por los edificios que las forman, son las de la Victoria, Álamos, Carretería, Granada, Ancha de Madre de Diós, Ancha del Carmen, Martínez y Mariblanca. Las principales plazas son la Mayor o de la Constitución, la de la Merced, hoy de Riego, y la de la Puerta del Mar. Existen en Málaga: el Palacio Episcopal, Casas Capitulares o de Ayuntamiento, la Aduana Nueva, el Consulado, Casa- Alhóndiga, Antigua casa- Carnecerías, Actual casa- Matadero, Cárcel, Presidio, Teatro, Liceo Artístico y Literario, Plaza de Toros, Baños públicos, Fuentes públicas, el Acueducto de San Telmo, Puerto... Actualmente se limitan los colegios de Málaga al Seminario conciliar, al colegio de San Telmo, al Instituto provincial de segunda enseñanza y a la escuela normal.

Cuando nace José Barea, en los años 20, Málaga tiene una población ascendente de 154.377 habitantes, o almas en la terminología decimonónica. Una población que sigue aumentando y en 1991 el Censo contó 522.108 personas, de las cuales 251.596 eran varones y 270.512 eran mujeres.

Diferencias entre la actual Málaga y la de mis primeros recuerdos. Por José Barea

Después de setenta años, Málaga ha cambiado, no podía suceder otra cosa. El turismo, que recibe a raudales, le ha dado a la ciudad un aire más cosmopolita, donde se entremezclan las personas procedentes de un sinfín de países.

El turismo ha sido el maná para Málaga, que ha hecho posible elevar el nivel de vida de su gente, no sólo económico, sino cultural y educativo. Como botón de muestra quiero señalar que en la década de los treinta sólo había un Instituto público de Segunda enseñanza, situado en la calle Gaona, que ocupaba el antiguo convento de los Filipenses y en él cursé los tres primeros años del bachillerato. Hoy su número se ha multiplicado por varios dígitos.

A pesar de su fenomenal desarrollo, Málaga ha sabido conservar el encanto especial de sus antiguas calles y plazas, su Parque, una verdadera maravilla de especies botánicas: cuando después he paseado por él, he recordado con nostalgia mis días de infancia en el que correteaba por el mismo.

A pesar de las prisas que imponen las aglomeraciones de una ciudad en continuo crecimiento, los malagueños han conservado el placer de la tertulia y subsisten un sinfín de cafés, bares y tabernas, donde en alta voz se hablan y discuten los temas más variados: de toros, de fútbol y políticos.

Málaga vivía prácticamente casi de espaldas al mar. La explosión turística la ha revolucionado hacia el Oeste, hasta su confluencia con Cádiz y hacia el Este, con la de Granada, es un rosario sin fin de pueblos turísticos unidos como un cordón umbilical con Málaga.

Mi impresión es que Málaga es hoy una ciudad grande y moderna, pero que ha sabido conservar el encanto que tenía cuando era una ciudad pequeña, en la que casi todo el mundo se conocía.