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Censos de Población y Viviendas de 2001

La aldea de las personalidades / Lista de colaboraciones

Sr. D. Antonio Mercero
Director de cine.
Lasarte (Guipuzcoa)

Breve reseña estadística

En el Diccionario Geográfico y Estadístico de Pascual Madoz (1845), se dice que Lasarte está situado en una hermosa campiña bañada por el río Oria, disfruta de clima saludable. Se compone de dos barrios, el de Hernani y el de Urnieta; comunícanse los barrios o sea el casco de la población, que reúne 34 casas, por medio de un puente nuevo. En el barrio de Hernani está la casa concejil y la cárcel; en el mismo hay un buen matadero, escuela de ambos sexos, concurrida por 32 alumnos y dotada con unos 900 reales; la iglesia parroquial (San Pedro), de primer ascenso, y un convento de Brigidas recoletas. Para el buen servicio de los viajeros se han establecido recientemente 2 posadas, a parte de otras 2 que ya existían; para beber y demás usos domésticos, aprovechan 3 fuentes de aguas esquisitas y ferruginosas. El terreno es de buena calidad, y la agricultura ha hecho grandes progresos en los últimos 40 años. El correo se recibe de San Sebastián.

Cuando nace Antonio Mercero, en los años 40, los dos barrios que componen Lasarte suman una población de 1276 personas, o almas en la terminología decimonónica. En el último censo de 1991 se contaron 4211 viviendas principales en las que residían un total de 14.706 personas, de las cuales 7345 eran varones y 7361eran mujeres. .

Lasarte. Por Antonio Mercero

Si alguien dijo que "la infancia es la patria del hombre", mi patria es Lasarte. Lo que pasa es que por aquel entonces, años cuarenta, mi patria era muy rara porque era una patria cuatripartita. Y me explico. Lasarte no tenía personalidad municipal, era un barrio de mil doscientos habitantes que pertenecía a cuatro municipios distintos: Hernani, Usúrbil, Urnieta y San Sebastián. Y para mí, aquello era como el juego de las cuatro esquinas, porque si yo cantaba la Misa de Perosi en el coro parroquial de Lasarte, estaba en Hernani, si iba a esperar a mi madre a la salida de su trabajo en la fábrica de Michelín de Lasarte, estaba en Usúrbil, si me bañaba durante el verano en el río Oria a su paso por Lasarte, estaba en Urnieta, y si acudía los domingos a ver las carreras de caballos al hipódromo de Lasarte, estaba en San Sebastián, o sea que yo vivía en Lasarte pero no estaba en Lasarte, y ese juego municipal de las cuatro esquinas, a mí, como niño, me divertía mucho. No así a las personas mayores, que argumentaban que el pertenecer a cuatro ayuntamientos diferentes era mucho pertenecer, y entre unos y otros dejaban la casa sin barrer, es decir, que a Lasarte no le hacían ni puñetero caso y estaba muy abandonado, sin ningún tipo de servicios públicos o sociales.

Hasta que llegó la democracia y Lasarte se lavó la cara. El 15 de febrero de 1986 se celebraron los fastos de su independencia municipal, y ya, con alcaldesa propia, Lasarte empezó a caminar con fuerza y personalidad: ambulatorio, servicios sanitarios, pabellones deportivos, residencia de ancianos, Casa de Cultura, plazas con estanques y jardines y hasta un tren para sus dieciocho mil habitantes, que no está nada mal.

O sea que yo, feliz por todo ello, nunca más volví a jugar a las cuatro esquinas en Lasarte, mi pueblo.

Madrid, a 25 de octubre de 2001