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Censos de Población y Viviendas de 2001

La aldea de las personalidades / Lista de colaboraciones

Foto de D. Vicente Ortega CastroSr. D. Vicente Ortega Castro
Secretario General del Consejo de Universidades
Villacañas (Toledo)


Breve reseña estadística

En el Diccionario Geográfico y Estadístico de Pascual Madoz (1845), se dice que Villacañas es de clima templado. Tiene 700 casas de un solo piso, blanqueadas por fuera, en calles espaciosas, bastantes rectas, empedradas y limpias, varias plazuelas, la plaza de la Constitución cuadrada, casa de ayuntamiento con cárcel, peso y carnicería en el piso bajo, y las salas capitulares, archivo y pósito en el principal; escuelas a la que asisten 100 niños; otra privada con 60 alumnos, y otra de niñas también privada, en la que se educan 15; Iglesia parroquial (La Asunción de Ntra. Sra.); una ermita (San Roque). El terreno es casi todo llano, excepto las sierras llamadas del Conde. Los caminos vecinales; el correo se recibe en Tembleque por balijero tres veces a la semana. Produce: trigo, cebada, centeno, azafrán, salicor, anís, cominos, patatas, garbanzos, legumbres y vino; se mantiene ganado lanar y mular de labor y se cría caza menuda. Villacañas tiene una población de 931 vecinos, 3.375 almas.

Cuando nace Vicente Ortega Castro, en los años 40, Villacañas tiene una población de 9.137 habitantes, o almas en la terminología decimonónica, de los cuales 4.224 eran varones y 4.913 eran mujeres. En los años 50 alcanzó su máxima población, contando 10.772 habitantes. Desde ese año, podemos apreciar un leve descenso de población, porque en 1991 el Censo contó 8.711 personas; de las cuales, 4.331 eran varones y 4.380 mujeres.

Diferencias entre la actual Villacañas y la de mis primeros recuerdos. Por Vicente Ortega Castro

Mi infancia transcurrió en un pueblo cuya principal actividad era la agricultura (cereales y viñedos), algunas industrias de transformación (fábricas de harinas y bodegas) y un comercio importante que le daba la categoría de cabeza comercial de la comarca. La estación de ferrocarril, en la línea Madrid-Alicante-Andalucía, era el principal punto de comunicación con el exterior, en una época en que las carreteras eran de tierra, el parque de automóviles dos Ford de servicio al punto y muchos carros y galeras tirados por mulas para las faenas agrícolas. Los periodos de siega, trilla y vendimia ocupaban un tercio del año y el ruido de las galeras sobre las calles empedradas y el polvillo de la paja formaban parte del entorno ambiental. No había Instituto de Bachillerato y los estudiantes universitarios no llegaban a cinco, siendo muchos más los seminaristas y los estudiantes de magisterio. La central telefónica era manual con unos doscientos abonados y los medios de comunicación de masas eran la radio, un cine-teatro, unos cuantos ABC's y algunos más Marcas. Dos sucursales bancarias, la oficina de correos y la oficina de telégrafos completaban los servicios.

Había muchas fiestas religiosas y conmemoraciones políticas siendo frecuentes las procesiones y los desfiles. No había discotecas y solo en los bailes de las bodas, en los bailes de la feria o de nochevieja en el Casino, o en los "guateques" en las casas se podía iniciar la juventud en estas prácticas sociales.

Actualmente, Villacañas es un pueblo industrial, con una actividad muy notable, nacional e internacionalmente, en la fabricación de elementos derivados de la madera: puertas, marcos, bloques, etc, y en industrias textiles. No solo no hay paro sino que se importan varios centenares de trabajadores de los pueblos cercanos. La mecanización de las faenas del campo es completa, las cosechadoras y los tractores con sus remolques han sustituido a las mulas, los carros y las galeras, La red de carreteras locales, perfectamente asfaltadas y señalizadas, enlazan con las principales autovias de la región y por ellas, y por las calles del pueblo, circulan los automóviles de un parque que, en relación con la población, es uno de los más grandes de Castilla-La Mancha.

Son centenares los jóvenes que estudian en los Institutos de Bachillerato y de Formación Profesional y varias decenas los que continúan estudios en la Universidad, habiendo disminuido drásticamente las vocaciones por el sacerdocio. No hay hogar sin televisión, la telefonía-fija y móvil- está muy bien implantada. y los varios establecimientos de venta de equipos y servicios informáticos prueban que el parque de computadores es apreciable. Varias sucursales de bancos y cajas proporcionan servicios financieros, habiendo varios bufetes de abogados, oficinas de seguros, estudios de arquitectos y gabinetes de psicólogos, situación impensable en el pasado cuando "la élite intelectual" la constituían los maestros, los curas, los pocos médicos y los farmacéuticos.

En términos sociológicos, Villacañas ha pasado de ser un pueblo anclado en el sector primario-agrícola- al sector secundario-industria- con un buen nivel de servicios. Pero, a nivel afectivo, la Villacañas que viví en la infancia siempre estará ligada a los recuerdos de tantas cosas imborrables.