Qué es un cambio de base

El objetivo del IPC y las cualidades exigibles de este indicador  Subir

La implantación de una nueva base del IPC siempre supone una ruptura en la continuidad de las series de índices de precios que se publican.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) que se publica mensualmente, tiene como objetivo medir la evolución del nivel de precios de los bienes y servicios de consumo adquiridos por los hogares residentes en España. La precisión con que se realice esta medición depende de dos cualidades que todo IPC debe contener: la representatividad y la comparabilidad temporal.

El grado de representatividad del IPC viene determinado por la adaptación de este indicador a la realidad económica del momento; así, la tasa de variación calculada se aproximará más a la evolución del conjunto de precios de la economía, cuanto más se adapten los elementos seleccionados para su medición a las pautas de comportamiento de los consumidores. Para conseguirlo, los artículos seleccionados que formarán parte de la cesta de la compra deben ser los más consumidos por la mayoría de la población, los establecimientos de la muestra deben ser los más visitados, y la importancia relativa de cada artículo en la cesta de la compra debe responder a las tendencias de consumo de los hogares. Cuanto mejor sea la selección de estos elementos más representativo se considerará este indicador.

Por otro lado, hay que recordar que el IPC es un indicador que sólo tiene sentido cuando se establecen comparaciones en el tiempo; de hecho, un número índice no tiene apenas significado si no viene acompañado de una comparación con índices de otros periodos de tiempo para obtener las tasas de variación correspondientes (puede ser un mes, un año, o cualquier otro momento en el tiempo). Por ello, la otra cualidad atribuible a un IPC es la comparabilidad temporal: se refiere a la necesidad de que todos los elementos que definen el IPC permanezcan estables a lo largo del tiempo excepto, lógicamente, los precios recogidos mensualmente. De esta forma, se consigue que cualquier variación en el IPC sea solo debida a cambios en los precios de los artículos seleccionados en la cesta de la compra, y no a cualquier cambio en el contenido metodológico de este indicador.

Qué es un Sistema de Índices de Precios de Consumo. Elementos que lo componen  Subir

Un Sistema de IPC se define como el conjunto de elementos y métodos estadísticos necesarios para calcular este indicador. Cuando se plantea su diseño, se consideran las dos cualidades descritas como líneas directrices, de forma que cualquier decisión que se adopte a la hora de establecer la muestra y el contenido metodológico debe ir encaminada hacia la consecución de las mismas. Los elementos más destacables que definen un Sistema de IPC son lo siguientes:

LA CESTA DE LA COMPRA. Es la muestra de artículos para los que se van a recoger los precios mensualmente, y cuya evolución representa la de todos los precios de consumo de la economía. La selección se realiza según la importancia de cada uno, medida a partir del gasto realizado.

LAS PONDERACIONES. Representan la importancia relativa que tiene cada artículo de la cesta de la compra frente a los demás; el parámetro que se utiliza para ello es el gasto que realizan las familias residentes en España. Esta información se obtiene de la Encuesta Continua de Presupuestos Familiares.

LA MUESTRA DE MUNICIPIOS Y ESTABLECIMIENTOS. La muestra de municipios se establece en función del tamaño de la población, de forma que los municipios seleccionados representen al total de la misma. Por su parte, los establecimientos seleccionados deben reunir una serie de características básicas tales como la afluencia de público o su permanencia en el tiempo

EL APARATO METODOLÓGICO. Abarca una variedad de aspectos tales como la fórmula general de cálculo del índice, los tratamientos específicos de ciertos conjuntos de artículos o los instrumentos para realizar los ajustes de calidad.

Por qué se hace un cambio de base  Subir

Como se ha dicho, una vez implantado un Sistema de IPC, los elementos que lo definen deben permanecer estables para conseguir la comparabilidad en el tiempo. No obstante, en la práctica todos los factores que determinan los elementos descritos están en permanente cambio, lo que hace que dichos elementos vayan perdiendo actualidad con el paso del tiempo. Así, parece lógico que la cesta de la compra seleccionada y las ponderaciones asignadas a cada uno de sus componentes vayan perdiendo representatividad, en mayor medida en aquellos sectores más cambiantes; ocurrirá algo parecido con los establecimientos de la muestra e incluso con los municipios seleccionados, si se han producido trasvases de población a partir del momento de implantación del Sistema.

La operación del cambio de base consiste, fundamentalmente, en revisar y actualizar cada uno de estos componentes y determinar las mejores opciones para conseguir un indicador representativo y preciso que se adapte a las tendencias de la economía. Hasta la entrada en vigor del IPC, base 2001, una vez definidos todos los elementos esenciales para el cálculo de este indicador éstos permanecían estables a lo largo del tiempo que estuviese en vigor el Sistema. De esta forma, el IPC tenía una referencia fija que facilitaba las comparaciones temporales.

Sin embargo, si el periodo de tiempo en que permanece invariable una base es excesivamente amplio, se corre el riesgo de que el IPC comience a ser una medida deficiente de la inflación. Así, puede suceder que algún artículo de la cesta de la compra deje de consumirse, o lo haga con una importancia menor (o mayor) dentro de la misma, también puede ocurrir que aparezcan nuevos productos en el mercado, o que la estructura general de consumo de los españoles varíe porque haya cambiado su renta o sus preferencias.

Qué novedades ofrece el nuevo Sistema 2001  Subir

Tradicionalmente, el IPC revisaba sus ponderaciones y su cesta de la compra cada ocho o nueve años; esto era así porque la fuente utilizada para ello era la Encuesta Básica de Presupuestos Familiares (EBPF), cuya periodicidad era la que marcaba la de los cambios de base del IPC. Por ello, para que se pudieran recoger los cambios en el comportamiento de los consumidores era preciso esperar hasta el siguiente cambio de base, cuando se adaptaría el IPC a estas tendencias. Evidentemente, en algunos casos el plazo de tiempo era excesivamente largo.

La solución ante esta posible pérdida de representatividad es la actualización continuada de, al menos, dos de los elementos básicos: la cesta de la compra y la estructura de ponderaciones. Sin embargo, una actualización demasiado frecuente supondría perder el factor fundamental del IPC, la comparabilidad en el tiempo. Si se revisa la cesta de la compra mensualmente, por ejemplo, se obtendrá una composición plenamente adaptada a las tendencias de los consumidores pero no se podrá decir cuál ha sido la evolución real de los mismos ya que no habría elementos comparativos. Es preciso, pues, buscar un punto intermedio en el que se consiga una muestra representativa de los artículos del mercado y sus ponderaciones y se pueda obtener un dato de inflación que sirva para conocer qué está sucediendo en la economía. Con este objetivo se concibió el IPC, base 2001.

El Sistema que entró en vigor el presente año tiene como característica más importante su rápida adaptación a los cambios de estructura del mercado, ya sea las tendencias de consumo como la composición de la cesta. Este Sistema continúa utilizando la Encuesta de Presupuestos como fuente principal, sin embargo hay algo que lo hace diferente de los demás Sistemas de IPC conocidos hasta la fecha: su continuidad.

Hasta 1997 convivían dos encuestas de presupuestos familiares: una continua, con una periodicidad trimestral, y la básica, que se realizaba cada ocho o nueve años. A partir de ese año estas dos encuestas fueron sustituidas por una sola, cuya periodicidad es trimestral y la información que proporciona está más cercana a la encuesta básica en cuanto al nivel de detalle. Esta nueva encuesta, denominada Encuesta Continua de Presupuestos Familiares (ECPF), proporcionó la información necesaria para realizar la actualización de las ponderaciones así como la renovación de la composición de la cesta de la compra. Pero, además, posibilitará la actualización permanente de las ponderaciones así como la revisión de la cesta de la compra.

Así, con la entrada en vigor del IPC, base 2001, se ha comenzado un nuevo Sistema de cálculo del IPC cuyas características más importantes son su dinamismo y su actualidad. Es un IPC más dinámico que sus predecesores en la medida en que anualmente revisará las ponderaciones para ciertos niveles de agregación funcional e incluirá en el plazo más breve posible cualquier cambio detectado en los componentes del mercado, ya sea la aparición de nuevos productos, cambios en la estructura de consumo o en la muestra de municipios o establecimientos.

Pero, además, será un IPC más actual ya que revisará su sistema metodológico permanentemente con el fin de mejorarlo. Para ello, se estará en contacto directo con los distintos foros académicos y organismos productores nacionales e internacionales.